Últimamente la cantidad de “novedades” que están anunciando los fabricantes de tecnología móvil como Samsung, Apple, Huawei, etc… me tiene abrumada. Como consumidora de a pie de calle una no acierta a ver qué es lo que realmente aporta de nuevo el Galaxy S5 con respecto a su predecesor el S4, o el iPhone 5s con respecto al 5. Incluso los diseños son muy parecidos, por lo que no termino de verlo.
Considero que estas novedades del sector tecnológico deberían aportarnos algo más, una nueva experiencia de uso, nuevas aplicaciones y no sólo más procesador, más cámara, más núcleos y un sinfín de siglas NFC, DLNA, HDMI, 2K, etc, etc…, pero parémonos a pensar… ¿realmente necesitamos todo esto? Más de la mitad de lo que tiene nuestro Smartphone no lo utilizamos prácticamente nada, esa es la realidad.
Nos estamos acercando a un punto en el que el consumidor está cansado y no llega a conocer del todo el nuevo producto que tiene entre sus manos cuando ya lo están acechando con el siguiente. Este ritmo vertiginoso nos lleva a un cansancio e insensibilización ante los nuevos avances tecnológicos. ¿No os ha pasado nunca que estáis todos felices porque os habéis comprado al fin la nueva Play Station, cuando ya están hablando de la siguiente, promocionándola y poniéndoos la miel en los labios para que la cambiéis ya?,¡pero si aún no sé cómo funciona lo que tengo entre manos!
Veremos por donde va todo esto, pero tiene buena pinta lo que se está desarrollando en los weareables y las nuevas gafas de Google, al menos nos aportan nuevos usos y nuevas formas de integrar la tecnología y la información en nuestra vida diaria.
Aunque el 2014 parece que empieza con el mismo ritmo que 2013, con noticias como que el Galaxy S5 ha superado a su antecesor el S4 en ventas el primer día de lanzamiento, el mercado y los consumidores se están moviendo a un ritmo ligeramente diferente y algunas marcas de este sector como Nokia, Blackberry o Nintendo lo llevan notando ya algún tiempo. Veremos qué nos depara este año.